lunes, 21 de septiembre de 2009

Jugando y soñando con el sepulcro

Los pajaros cantan tras latormenta, ¿por qué no va a poder la gente deleitarse con la poca luz que les quede? (Kennedy, Rose)

Dulce, dulce inocente. Cabalgas de noche los prados eternos, víctima sempre de la injusticia. Conduces a todos al esperado sueño sin tu poder nunca descanzar.

Feliz desdichado aquel que reciba tu calido abrazo. Lo último que sentirá, verá,oirá, lo último serás tu.

Buscada por unos pocos y rehuída por casi todos con el mismo placer he intencidad que se ua para contar los segundo de un reloj.

Mienten, juran y despotrican en tu nombre; insultan tu memoria, te insultan a ti... Y tu, obligada a guardar silencio. Sentada entre las sombras como un espectacular ente de luz.

Eres digna de alabanza. Tan gentil, tan generosa que incitas a los otros a buscar los secretos de un eterno camino. Juegas y les diviertes. Los que tienen demasiado de algo, cualquier cosa, están encaprichados contigo. Sabios, reyes, avaros, eruditos y cobardes golpean a tu puerta; exigen y prometen mientras tu guardas silencio, aún no es su tiempo y tu paciencia es cual ahire.

Uno, dos, tres. Uno, dos, tres. Este sí, este no, hoy sí, hoy no. Uno, dos, tres. Uno, dos, tres. Comienzo a bailar, contigo a jugar. Uno, dos, tres. Cuatro, cinco, seis. Sonríe para mi,¿la hora ya llegó?

Siete.

Eres dule miel, calida como el sol. Le devuelves la tranquilidad a mi aliento, lo vuelves cada vez más lento...

Dulce inocente, por todos juzgada. ¡Bebe una copa conmigo y celebra!, mi turno ha llegado.

Dulce dama negra del descanso eterno: ¡Ven y dame vida al fin!



Tsuki Aoi

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